Son pequeñas esculturas con historia y significado inversamente proporcional a su tamaño; obras de arte que, luciendo su simpática belleza y captando la atención de quienes tienen la fortuna de contemplarlas, han recorrido México. Son el trabajo con barro, moldeado por las manos de más de cinco generaciones de la cultura mexicana.
Fuente: Artículo en periódico el Informador